Unos buenos hábitos de higiene oral te harán tener unos dientes sanos, lo cual es muy apreciado no sólo por razones estéticas sino también porque la boca es donde comienza el proceso de digestión de los alimentos y los dientes son parte fundamental del mismo.
Muchas veces descuidamos el cuidado dental por diversas razones, entre las que se encuentran cansancio, falta de tiempo, etc. y esto se debe a que mientras están sanos la falta de higiene no se percibe, pero al momento de que sufren de cualquier dolencia, son causa de múltiples molestias y dolores.
Para evitarte lo anterior, a continuación, te damos 7 consejos para mantener una buena salud dental en casa, con el fin de que tomes costumbres saludables a favor de tus dientes. De esta manera lucirás una hermosa sonrisa y tus dientes te servirán durante mucho tiempo.
Es de señalar que, aunque la última no es una acción para tomar en casa, si hace que las demás no pierdan eficacia.
1.- Cepíllate los dientes al levantarte, después de cada comida y antes de acostarte
Con esta frecuencia, mantendrás tus dientes limpios removiendo la placa bacteriana, cuya permanencia durante largo tiempo es causa de caries y otras enfermedades.
En este sentido, cepillarte cuando te levantas, elimina las bacterias que se han formado en tu boca durante la noche. También es básico que tomes en cuenta que no debes consumir ningún alimento ni bebida, que no sea agua, después del cepillado nocturno.
Has de saber que no es relevante si usas cepillo eléctrico o convencional, ya que lo realmente importante es que la técnica del cepillado sea la adecuada.
Recuerda cepillarte la lengua, puesto que se ha comprobado que su superficie sirve de hogar a un aproximado del 40% de las bacterias bucales.
El tiempo mínimo que debes dedicar a esta actividad es de unos 3 a 4 minutos, la manera correcta de hacerlo es de forma circular en cada diente e inclinando el cepillo unos 45 ° hacia la encía, para eliminar los restos de comida que se acumulan entre esta última y el diente.
Es importante que utilices un dentífrico fluorado de buena calidad y que sea antiséptico.
2.- Complementa el cepillado
Con esto nos referimos a que una vez finalizado el cepillado, utilices hilo dental u otros elementos especializados (como los cepillos interdentales) para limpiar los espacios interdentales donde no llega el cepillo, así como eliminar restos de comida que aún permanezcan en la boca.
Queremos aclararte que estudios referidos a este tema, han revelado que el cepillado solo limpia el 60% de los dientes y la boca, puesto que el 40% restante corresponde a los espacios donde no alcanzan las cerdas del cepillo o, simplemente, por donde no pasan. Aquí se incluyen los últimos molares.
3.- Sustituye el cepillo
Esto lo debes hacer con una frecuencia trimestral, ya que después de este tiempo las cerdas tienden a perder propiedades disminuyendo su efectividad. Por lo general, los cepillos dentales de buena calidad incluyen marcas que señalan cuándo debe ser cambiado.
Es importante que sepas que lo ideal es que el cepillo tenga cerdas suaves pero firmes, que sean capaces de remover todos los residuos de los dientes sin dañarlos. Para ello se prefieren los cepillos que tienen cerdas de nylon.
4.- Alimentación
La alimentación ejerce gran influencia para tener una dentadura sana. Por ello, asegúrate de consumir diariamente frutas, verduras, leche y otros lácteos.
Todo ayuda a proteger y fortalecer los dientes, además de que los últimos nombrados aportan fósforo y calcio, que son elementos indispensables para mantener la salud de los dientes.
Por el contrario, debes reducir al mínimo el consumo de alimentos, bebidas, golosinas y postres muy azucarados, ya que son fuente de bacterias que, al metabolizar sus nutrientes, segregan ácidos que destruye el esmalte dental.
Si consumes estos alimentos poco sanos entre comidas, la placa bacteriana que se forma permanecerá durante más tiempo en tu boca.
Por lo que no te puedes hacer la higiene oral de inmediato, te recomendamos beber mucha agua y masticar chicles sin azúcar mientras tanto.
5.- Evita el tabaco y el alcohol
El tabaco produce manchas y sarro en los dientes, además de las enfermedades que produce, tiende a ocultar otras afecciones como la caries, incrementando el daño que estas causan.
A lo que se le suma, que produce mal aliento y todos los problemas que ocasiona a la salud en general.
Por su parte, el alcohol favorece diversas enfermedades dentales como la gingivitis, periodontitis y caries. Lo que se debe a que causa sequedad y alteración del PH en la boca.
Finalmente, tanto el tabaco como el alcohol estimulan la proliferación de bacterias que causan infecciones en las encías, que son la base de fijación de los dientes.
Y todos los datos científicos concluyen que hay una posibilidad de aumento de posibilidades de desarrollar cáncer bucodental haciendo uso de alcohol y tabaco.
6.- Si estás embarazada
El embarazo por sí solo puede ser causa de desmineralización de los dientes, por lo que se sugiere tomar un tratamiento de calcio. Esto se hace más patente durante el amamantamiento del bebe.
Adicionalmente, durante los primeros meses de gravidez, por lo general la mujer sufre de frecuentes náuseas y vómitos. Esto último viene cargado con ácidos estomacales, los cuales atacan y erosionan el esmalte dental.
Para evitar estos daños, se sugiere que inmediatamente después de vomitar (5 minutos después) se proceda a enjuagar la boca o, mejor aún, realizar una completa higiene dental que además te quitara el mal sabor.
Es una buena idea que consultes a un odontólogo especialista en tratar mujeres embarazadas para que, si lo necesitas, te recete un tratamiento que no afecte a tu bebe.
7.- Visita periódica al odontólogo
Todas las medidas preventivas anteriores, no te dan garantía de que no sufrirás alguna afección en los dientes, por lo que debes visitar al odontólogo con una frecuencia, como mínimo, de 6 meses. En esta revisión, el profesional podrá detectar cualquier problema y tratarlo a tiempo.
Si sigues estos hábitos y los haces costumbre, de seguro que disminuyes los riesgos de padecer enfermedades dentales y/o bucales.
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