Se ha comprobado que el tabaquismo es altamente perjudicial para la salud en general del ser humano, sin embargo también es uno de los hábitos que tiene más adeptos en el mundo.

Lo que es más grave, es que el fumar entre los jóvenes se ha vuelto una forma de destacar y obtener mayor estatus.

Entre las partes del organismo afectadas se encuentra la boca, encías y dientes, además de consecuencias a largo plazo que no se pueden predecir pero se sabe que el tabaco es un factor de riesgo definitivo.

Ello de acuerdo a diversas investigaciones que se han hecho alrededor del mundo.

Por todo lo anterior, a continuación te presentamos información relevante sobre cómo afecta el tabaco a nuestros dientes, de manera que tomes conciencia de la forma en que este hábito puede reducir tu calidad de vida.

Problemas estéticos bucales causados por el tabaco

Estos son:

Halitosis, o mal aliento. Este síntoma resulta muy desagradable y lo peor es que la mayoría de las veces quien lo padece no se da cuenta ya que es difícil evaluarse por sí mismo.

Por otra parte, la reducción del olfato que causa el cigarro, disminuye las posibilidades que puedas detectar tu propio mal aliento.

Manchas en los dientes, las cuales son más críticas en fumadores consuetudinarios ya que con el tiempo los productos del tabaco agravan el problema.

Lo peor es que no solo se manchan los dientes de atrás sino también los delanteros dando un aspecto muy desagradable cuando sonríes.

Cómo resolver los problemas estéticos causados por el tabaco

Por lo general esto resulta sencillo, en el caso de la halitosis basta con una buena higiene dental y las manchas pueden ser removidas por el odontólogo mediante una limpieza.

Sin embargo, si el paciente continúa con el vicio de fumar estos problemas se presentarán nuevamente por lo que lo mejor es dejar el tabaco.

fumar mancha los dientes

Problemas de salud bucal causados por el tabaco

Los problemas que ocasiona el tabaquismo en cualquiera de sus formas a la salud bucal, son bastante serios. Entre ellos se pueden mencionar los siguientes.

Reducción del riego sanguíneo en las encías

Esto hace que la capacidad de respuesta ante las infecciones resulte afectada. De esta forma, las enfermedades son más difíciles de detectar hasta que están muy avanzadas.

Específicamente, esta reducción es causada por la nicotina presente en el humo del tabaco.

Por otra parte, esta afección retarda la cicatrización de heridas en la boca lo que constituye una puerta de entrada a las bacterias y virus.

Influye negativamente en la percepción de olores y sabores

Lo anterior hace que llegue muy poca sangre a las papilas gustativas y a los órganos receptores de los olores lo que entorpece su funcionamiento.

Irritación de la mucosa de la boca

Que es causa de que aparezcan úlceras y diversas lesiones en la boca, lo que es un paso previo a enfermedades de mayor gravedad.

Alteración de la microbiota bacteriana

Esto implica que la placa bacteriana aumenta su capacidad de causar infecciones y combinada con la falta de riego sanguíneo, hacen difícil el tratamiento de las infecciones además de que hacen mucho más lenta y dolorosa la recuperación de los tejidos.

Mayor riesgo de sufrir otras enfermedades
En este respecto, se ha comprobado estadística y médicamente que los fumadores tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades como la periodontitis que afecta los tejidos de soporte de los dientes y conlleva a la pérdida de estos últimos.

Otra enfermedad que puede causar el tabaquismo es la candidiasis oral que es una enfermedad causada por el hongo cándida.

Precáncer o leucoplasia
Es una peligrosa enfermedad de la boca que provoca el tabaquismo la cual es previa al cáncer oral en un 10 % de los casos que se detectan.

Cáncer de la boca
La aparición de esta enfermedad es mucho mayor en pacientes fumadores, por lo que se relaciona directamente con el tabaquismo.

Debido a que el tabaco tiende a “enmascarar” la enfermedad, por lo general su diagnóstico es tardío lo cual hace que el 25 % de los pacientes no tengan posibilidades de supervivencia.

Reduce la efectividad de los tratamientos
Si eres fumador y requieres realizarte cualquier tipo de tratamiento oral, debes tener clara que la efectividad de antibióticos, anestesia, etc. será menor en tu caso por lo que seguramente te deben aumentar las dosis aunque ello no asegura que mejore su actuación.

Es de destacar que desde el mismo momento en que dejas de fumar, se reducen drásticamente las posibilidades de sufrir de cualquiera de estas enfermedades. Por lo que la solución está en tus manos (y tu bolsillo también lo agradecerá).

El llamado fumador pasivo

fumador pasivo

El fumador pasivo es aquel que convive con el fumador activo, por lo que también respira el humo del cigarrillo. En este sentido, tiene los mismos riesgos. 

Típicamente los afectados son sus seres queridos y en mayor medida los bebés, niños y ancianos.

¿Puedo fumar cigarrillos electrónicos?

Estos consisten en dispositivos que tienen apariencia de cigarrillos, pipas o cigarros y pueden venir en varios sabores los cuales no emiten humo sino “vapor de agua”.

Aunque se dice que son menos perjudiciales para la salud que el tabaco normal, también contienen nicotina que es la sustancia que causa adicción y perjudica la cavidad oral en mayor medida.

En referencia a esto último hay estudios que han determinado que estos cigarrillos incrementan las probabilidades de retracción de encías, sensibilidad dental, caries y pérdida de dientes.

¿Hay formas de prevención?

Existen algunas formas de prevenir estas enfermedades como aumentando la frecuencia de visitas al odontólogo, mantener una rigurosa higiene oral, usar pastas dentales especiales y colutorios, incrementar las defensas del sistema inmunológico, etc.

Los productos que se utilizan con este fin, típicamente son más agresivos y abrasivos, por lo que pueden ralentizar el avance de las enfermedades pero no curan ni restauran el daño ya hecho. 

Por lo tanto, el tratamiento más efectivo es dejar de fumar. Para ello, y sobre todo si tienes muchos años con este hábito, debes buscar ayuda profesional para que el remedio no te resulte peor que la enfermedad.

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