Los dientes son una de las primeras partes del cuerpo humano que las personas observan entre sí, porque al conocerse uno de los primeros gestos amables que se tienen es brindar una sonrisa, en el caso de querer dar una buena impresión.
Además de tener un papel muy importante en la interacción con la gente, cumplen una serie de funciones esenciales en el mantenimiento de la salud, pues son los encargados de masticar los alimentos, que es el primer paso de la digestión.
También son esenciales para poder hablar de manera clara, porque permiten pronunciar correctamente las palabras y no se puede dejar de lado su importancia en la estética de la cara, pues son los que les dan soporte a los músculos faciales.
Por estas razones es necesario conocer las causas por las que se aflojan los dientes, y cuáles son las medidas que se deben tener en cuenta para evitarlo, ya que son elementos fundamentales para poder mantener un bienestar general.
¿Los dientes son rígidos?
No, los dientes no están incrustados de una manera rígida, por el contrario, estas estructuras presentan una movilidad natural porque se encuentran unidos al maxilar y a la mandíbula a través de una serie de ligamentos periodontales.
Esto le aporta un movimiento mínimo que se considera normal o fisiológico, sin embargo, si en algún momento se siente un ligero aumento de este, hay que acudir al sillón del dentista porque puede existir el riesgo de perder ese diente.
El síndrome de diente largo hace que nos pueda molestar la movilidad o la propia inflamación alrededor del diente haciendo incómodo el poder masticar.
A continuación, podrás conocer algunas de las causas más frecuentes por las que se aflojan los dientes:
Enfermedad periodontal
Una de las causas más frecuentes de que se aflojen los dientes es el desarrollo de la enfermedad periodontal, que se inicia por una mala higiene bucal, ya que los restos alimenticios que quedan en la boca se acumulan en las encías.
Y una vez allí, las bacterias van a proliferar y estos acúmulos se van a calcificar, causando daño, inflamación y retracción de las encías, justo en el espacio donde se une con los dientes.
Y por último, los ligamentos periodontales que fijan el diente se deterioran haciendo que se afloje, y si no se trata a tiempo puede llegar a caerse.
A modo de conclusión sería que las bacterias se comen el hueso que le da soporte y estabilidad al diente.
Bruxismo
El bruxismo es una acción inconsciente por la que se aprietan las mandíbulas, haciendo que los dientes crujan y rechinen, cuya consecuencia inmediata es un gran dolor de cabeza y del rostro.
Es un acto que se realiza en el día, pero en este caso se puede controlar a tiempo, pero ocurre con mayor frecuencia en la noche, durante el sueño, porque la persona no se da cuenta, y puede hacerlo de manera sostenida por mucho tiempo.
A nivel dental, el bruxismo va a causar desgaste en el esmalte de los dientes, pero si no se corrige va a causar daños mayores.
Esto se debe a que, con el paso del tiempo, la fuerza con la que se presionan las mandíbulas entre sí va a ensanchar los ligamentos que les dan soporte a los dientes, haciendo que se aflojen uno o varios dientes.
El tratamiento de este padecimiento es multidisciplinario porque sus causas son muy variadas, pero en el caso específico de la odontología se suele recomendar el uso de un protector bucal que evita el daño a los dientes conocido como férula de descarga.
Mala mordida y traumatismos
La mala mordida es una condición propia de cada persona, en la que los dientes están en una posición inadecuada, causando un desequilibrio en la armonía que debe existir entre los dientes superiores e inferiores.
La consecuencia de esta falta de equilibrio es que algunas piezas dentales van a sufrir una presión mayor a la que puede resistir, y esto va a degradar sus tejidos de soporte, y a la larga se van a aflojar.
Mientras que los traumatismos causados por accidentes de coche, caídas o por golpes recibidos en la práctica de deportes de contacto, pueden aflojar de inmediato los dientes, por lo cual es necesario ir de inmediato al dentista para salvar la pieza.
Diabetes
La diabetes es una enfermedad metabólica (y crónica) muy extendida en nuestra sociedad, con la que se puede vivir manteniendo una buena calidad de vida, siempre que se mantenga bajo control, cosa que se puede lograr siguiendo una dieta balanceada.
Pero si el paciente se descuida, y sus niveles de glucosa en sangre se mantienen elevados por mucho tiempo, va a sufrir una serie de molestias en diversos sistemas del cuerpo, incluyendo entre ellos la cavidad oral.
Porque los altos niveles de azúcar en la sangre favorecen la proliferación de las bacterias en la boca, y puede provocar gingivitis, que daña los tejidos que sostienen a los dientes, haciendo que estos se aflojen, e incluso se puedan caer.
Tabaquismo
La adicción al tabaco trae numerosas consecuencias negativas en la salud general de quienes la padecen, porque los cigarrillos tienen una gran cantidad de componentes tóxicos que incluso son reconocidos como productores de cáncer.
Este vicio resulta particularmente dañino para la salud bucal, ya que produce las conocidas y antiestéticas manchas amarillas en los dientes, con el consecuente aumento de la cantidad de sarro y placa en los mismos.
Que, junto con la pérdida de masa ósea en mandíbula, causada también por el tabaco, es una de las razones por la que los dientes se aflojan.
Una vez que se sabe por qué se aflojan los dientes, el siguiente paso es tomar las medidas pertinentes para evitar que esto ocurra, pues un diente perdido resulta irrecuperable.
Por ejemplo, aunque es imposible prever cuándo una persona está en riesgo de tener un accidente, alguien que practique deportes de contacto, puede usar implementos para proteger la boca, evitando así sufrir traumas en los dientes.
En cuanto a los factores relacionados con la salud dental, lo fundamental es consolidar los buenos hábitos de higiene dental que incluyen un buen cepillado 3 veces al día, acompañado del empleo de hilo dental, de enjuague bucal y limpieza lingual.
E igualmente, es muy importante visitar regularmente al dentista, aunque no se sienta ninguna molestia, porque el inicio de las caries y la presencia del sarro pueden pasar desapercibidos en sus etapas iniciales.
Pero si notas que uno de tus dientes presenta una movilidad mayor a lo normal, tienes que ir de inmediato con tu dentista de confianza, para que tenga la posibilidad de hacer todo lo necesario para poder salvar esa valiosa pieza dental.
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