Las fisuras dentales son una de las razones más frecuentes por las cuales las personas mayores de 50 años acuden a la consulta del dentista, aunque eso no significa que los más jóvenes estén libres de esta clase de inconvenientes.
Y es que con la edad aumenta la probabilidad de desarrollar estas lesiones en los dientes, ya que con el tiempo el desgaste es mayor y los hace más susceptibles a sufrir esta clase de daños.
En muchos casos el paciente ni siquiera se da cuenta de que está sufriendo este problema, porque no siente ninguna clase de molestia.
Es por eso que resulta de vital importancia la visita regular al consultorio del dentista, puesto que este cuenta con todas las herramientas necesarias para detectar cualquier clase de dolencia aunque el paciente no sienta nada.
En este artículo te contaremos lo que necesitas saber acerca de las fisuras dentales para que estés alerta, y no te vayan a tomar desprevenido ni tengas que sufrir las consecuencias de no tratarlas a tiempo.
¿Qué son las fisuras dentales?
Las fisuras dentales son hendiduras o grietas que aparecen en los dientes por diferentes causas, que pueden llegar a ser dolorosas, y en algunos casos sirven como puerta de entrada para que las bacterias infecten la pieza afectada.
Uno de los factores que influyen en su aparición es la edad, porque a lo largo de los años se pueden sufrir pequeños traumatismos que afectan los dientes, y es la acumulación de estas lesiones lo que debilita su estructura.
Las lesiones aparecen con mayor frecuencia en molares y premolares, sin embargo, pueden ser muy difíciles de detectar porque muchas de ellas no se ven a simple vista.
El problema es que aunque se trate de grietas muy pequeñas, pueden requerir un tratamiento endodóntico, y si no se tratan a tiempo, pueden llevar a la pérdida total de la pieza afectada.
Por eso no hay que ignorar algunos de los siguientes indicios que te pueden indicar la existencia de una fisura dental:
- La sensación repentina de un dolor en los dientes que no es constante, sino que aparece y desaparece.
- Al masticar se produce una molestia desagradable, esto ocurre porque la presión de la mordida abre más la grieta exponiendo la parte sensible del diente, y al cesar la compresión se cierra, y esto provoca más dolor.
- Aumento de la sensibilidad al frío.
- Inflamación de la encía en la zona correspondiente al diente afectado.
Clasificación de las fisuras dentales
Fisuras superficiales
Son las que se encuentran en el esmalte y no van a producir mayores inconvenientes, así que no ameritan la realización de ningún tratamiento, aunque algunos dentistas prefieren cerrarlas para evitar el riesgo de que se produzca una infección.
Fisuras profundas
Como su nombre lo indica, están ubicadas en la parte interior del diente, llegando hasta la dentina, lo cual las hace muy dolorosas, y si afectan al nervio, el paciente va a necesitar tratamiento endodóntico.
El tamaño de la grieta influye en la posibilidad de salvar o no el diente, pues si llega hasta la unión con la encía seguramente se va a perder esa pieza, ya que no habría opción a la reconstrucción de la misma.
Cómo evitar las fisuras dentales
Las fisuras dentales tienen diversas causas, que es importante conocer para poder evitarlas, entre las más frecuentes se encuentran las siguientes:
- Masticar alimentos duros como turrones, caramelos, hielo, y también cuando se abusa de los dientes para partir algún objeto no comestible.
- El bruxismo es una alteración en la que una persona rechina o presiona los dientes, esto por sí mismo puede fisurar un diente o debilitarlo, de forma que con cualquier lesión pueda ocurrir esta clase de daño.
- Los traumatismos en los dientes pueden generar una fisura e incluso una fractura.
- Después de una endodoncia el diente pierde su estructura interna, se deshidrata y es más susceptible a sufrir una fisura.
Cómo tratar las fisuras dentales
Cuando acudas con tu dentista, este te hará una revisión muy completa, y en caso de encontrar fisuras en uno de tus dientes, te indicará el tratamiento más adecuado.
El procedimiento a emplear va a depender de una serie de factores, entre ellos su ubicación y el tamaño de la grieta, ya que, si se encuentra afectando solamente el esmalte y es pequeña, es posible que no haya que hacer nada.
Pues según el criterio de los expertos, estas pequeñas lesiones se observan con mucha frecuencia en los adultos y no producen ninguna clase de molestias.
Aunque en el caso de que al paciente no le guste la apariencia de su diente agrietado, el profesional le puede realizar un procedimiento destinado principalmente a mejorar su aspecto.
Las fisuras de mayor tamaño van a requerir un tratamiento para rellenarlas, en esos casos se usan materiales biosintéticos que le brindan una imagen muy natural similar a la del resto de los dientes.
Cuando se trata de una grieta más grande, que haya afectado la estructura interna de la pieza dental, es preferible hacer un procedimiento endodóntico para aliviar las molestias y recuperar el bienestar bucal.
Finalmente, si la fisura es grave y ha deteriorado la totalidad del diente, tal vez no haya ningún tratamiento posible, y lo único que se pueda hacer es extraerlo.
Por eso, para mantener la integridad de los dientes hay que ir regularmente al dentista, y en caso de sufrir molestias repentinas es más urgente buscar ayuda profesional, porque no hay nada como vivir con una dentadura natural y sana.
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