CAUSAS DE LA PÉRDIDA DEL HUESO DENTAL Y CÓMO DETENERLO

Alguna vez hemos oído hablar de la pérdida de hueso dental a nuestro dentista o alguien cercano a nosotros, el día de hoy aprenderás cuáles son sus causas y lo que puedes hacer al respecto, tanto para tratarle como para detenerlo. 

Causas de la pérdida de Hueso Dental

A continuación enumeramos las principales causas de la pérdida de hueso dental: 

Periodontitis Crónica

En la periodontitis, las bacterias destruyen de manera progresiva el hueso y el ligamento periodontal, es decir, todo aquello encargado de vincular los dientes al hueso de los maxilares.

Una de las consecuencias más comunes de esta infección gingival es tanto la pérdida ósea del hueso alveolar, como de la mandíbula y el maxilar superior, derivando en la pérdida de dientes. 

Falta de reemplazo de dientes

Esta representa la causa más común de la pérdida ósea, al no reemplazar aquellos dientes perdidos, en especial cuando se trata de aquellos en posiciones seguidas. 

¿Cuál es la razón? Básicamente el hueso de los maxilares es preservado gracias al estímulo y presión al masticar. 

¿Sabías que al extraer dientes el hueso tiende a reabsorberse? Esta es la razón principal por la cual en el primer año luego de haber extraído la pieza el paciente pierde un 25 % del hueso, porcentaje que va aumentando paulatinamente conforme pasa el tiempo. 

Existen casos extremos, entre ellos aquellos dados por la extracción de los molares pertenecientes al maxilar superior, lo que puede llegar a causar la reabsorción adicional del hueso al ampliar la cavidad sinusal. 

Si los dientes no se encuentran en sus respectivas posiciones, la presión del aire en la cavidad sinusal deriva en la reabsorción del hueso encargado de recubrir los senos nasales. 

Muchas personas creen que las dentaduras postizas son una solución al problema, sin embargo, no pueden estar más lejanos a la realidad, pues estas no ejercen la suficiente presión en el hueso al masticar como lo hacen los dientes naturales. 

perdida de hueso dental

Muchas personas creen que las dentaduras postizas son una solución al problema, sin embargo, no pueden estar más lejanos a la realidad, pues estas no ejercen la suficiente presión en el hueso al masticar como lo hacen los dientes naturales. 

Las dentaduras postizas tienden a acelerar la pérdida del hueso, pues las piezas artificiales desgastan las crestas óseas donde son ubicadas, ¿por qué? Al apretar o masticar la presión se ejerce sobre la cresta y es por ello que ayuda a la reabsorción del hueso. 

Es por ello, que las personas que dependen de dentaduras postizas necesitan constantes ajustes, experimentando incomodidad, dolor y dificultad al masticar. 

Infecciones y tumores

Esta clase de patologías también infieren en la pérdida ósea, cuando las infecciones afectan a nivel del hueso o bien se trata de un tumor en el rostro lo suficientemente grande como para requerir de extirpación e incluso de una parte de la mandíbula del paciente.

 Dentadura desalineada

Cuando los dientes no se encuentran correctamente alineados, la mordida no es normal y por ende al masticar no se ejerce la presión y estímulo requerida por el hueso, teniendo como consecuencia la pérdida del hueso dental con el tiempo

¿Cómo prevenir la pérdida de hueso dental?

perdida de hueso

En caso de haber extraído piezas, lo ideal es reemplazarlas con dientes que tengan una raíz que sea capaz de ejercer una presión parecida o igual a la del diente natural.

Este procedimiento consiste en utilizar implantes dentales, puentes o dentaduras postizas fijas. 

Para que tengas una idea, el implante para reemplazar solo un diente o bien si se trata de un puente que contenga tres o cuatro piezas, se deben encontrar sostenidos por dos implantes, estos proporcionan la fuerza suficiente a la mordida, un equivalente al 99% de estimulación natural. 

Por otra parte, las prótesis dentales removibles que son retenidas por implantes aportan una fuerza de entre el 70% y 80%  de una mordida natural, por lo cual representa un aporte considerable en la prevención de la pérdida ósea.

Pérdida de la densidad ósea

Básicamente cuando los huesos pierden densidad tienden a volverse más porosos, siendo una circunstancia menos común que la pérdida del volumen de los huesos, hay que tener cuidado con ella. 

Los factores que contribuyen a la pérdida de la densidad ósea son mucho más comunes de lo que creemos: 

  • Dieta: tener una mala alimentación afecta todo nuestro cuerpo, la salud dental incluida
  • Enfermedades: Ciertas enfermedades pueden crear deficiencias que contribuyen a la patología 
  • Estilo de vida: Los malos hábitos como el exceso de consumo de ciertas sustancias, mal cepillado o no asistir al dentista periódicamente
  • Pérdida de dientes: Al no tratar como es debido la pérdida de piezas o la extracción de estas y el reemplazo ideal, las estructuras se van debilitando dando paso a la pérdida de densidad ósea

¿Cómo se diagnostica la pérdida de la densidad ósea?

La pérdida de densidad ósea del hueso alveolar se diagnostica gracias a los escáneres CT de haz cónico, en pocas palabras estudios de imágenes 3D o radiografías. 

Sencillamente en la imagen se observa el color del hueso, en tanto sea más blanco existe mayor densidad, al momento de una planificación de implantes dentales este estudio es necesario, pues de esta manera se evita tocar las áreas de menor densidad.

¿Cómo detenerlo y remediarlo?

Cuando ya se ha perdido el hueso, lo más probable es que el paciente requiera un injerto óseo para así proporcionar una buena base lo suficientemente resistente para poder insertar los implantes dentales. 

La razón principal, es que es necesaria suficiente altura en las crestas para poder implantar los dientes de reemplazo, ahora bien, en el caso de también necesitar nuevas piezas en los molares es necesario que las crestas sean lo suficientemente anchas. 

Los injertos óseos también son empleados en caso de que el paciente haya tenido una grave enfermedad en las encías que haya resultado en estructura ósea dañada y pérdida alrededor de los dientes. 

La función del injerto óseo no sólo se trata de simplemente reemplazar el hueso natural, sino de también estimular la mandíbula, teniendo como consecuencia que esta vuelva a crecer y con el tiempo el hueso sano reemplace el injerto. 

Por lo general, tanto el injerto óseo como los implantes dentales se llevan a cabo de manera conjunta, ahora bien, en los casos de pérdida ósea más graves representan dos procedimientos por separado para disminuir factores de riesgo y traumas. 

Así que ya sabes, es importante asistir a tu dentista periódicamente, tener una buena salud bucal es importante, pues es el medio por el cual nos alimentamos y mantenemos nuestro cuerpo con energía suficiente para hacerle frente a cada día

En Clínica Dental Son Ferriol disponemos de los mejores servicios de odontología en Palma de Mallorca.

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