Por lo general, creemos que los efectos del tabaco en nuestra boca se limitan a provocar mal aliento y manchar los dientes, lo cual es un error puesto que estas son las consecuencias más leves y visibles.
El verdadero peligro, se encuentra en los problemas no visibles que provoca, no solo a nivel de la cavidad oral sino sobre la salud en general.
Por ello, en el presente post te hablaremos sobre fumadores y salud bucodental: riesgos y consejos para minimizarlos. ¡Comencemos!
Cuales son los principales riesgos y consecuencias que trae el fumar para la salud bucal
Aunque fumar es un hábito que afecta negativamente la salud en general, aquí nos enfocaremos en cómo perjudica la salud bucal.
Al respecto, no se debe hablar de riesgos, puesto que sus efectos nocivos con toda seguridad se manifiestan tal y como te los describimos a continuación.
Manchas y tinción de los dientes, los dientes del fumador presentan un aspecto desagradable debido a su coloración que va de amarilla a marrón.
Esto se debe a que componentes como la nicotina y el alquitrán, presentes en el humo del tabaco, se adhieren al esmalte y, eventualmente, penetran en los túbulos de los dientes.
Lo anterior hace que estas manchas no desaparezcan con la higiene dental en casa.
Reduce la capacidad de cicatrización, esto hace que cualquier procedimiento dental como extracciones y todo tipo de cirugía periodontal, sea más riesgoso.
Ello se debe a que minimiza el flujo sanguíneo en las encías. Esta condición hace que el fumador sea propenso a sufrir diversos tipos de complicaciones. incluso, infecciones.
Es de señalar que esto es tan crítico, que para el caso de los implantes dentales, los fumadores tienen el doble de posibilidades que el mismo fracase porque la fijación al hueso se dificulta.
Provoca halitosis o mal aliento, los componentes del humo del tabaco provocan mal aliento pero si ya lo tenías entonces lo acentúa, haciéndolo persistente a pesar de las medidas que tomes.
Lo mismo se debe a la acumulación de diversas sustancias que además de irritar las mucosas, afecta las vías respiratorias y provoca resequedad bucal.
Favorece el desarrollo de la caries, en los fumadores se observa que el sarro dental se forma más rápido y con mayor grosor lo que oculta la caries en revisiones de rutina.
Por otra parte, provoca resequedad en la boca, por lo que reduce la limpieza natural por falta de salivación.
Es de destacar, que igualmente es causa de caries en los cuellos de los dientes porque ocasiona retroceso de las encías exponiendo las raíces dentales.
Alteración en la percepción de los sabores, el fumar produce alteraciones en las papilas gustativas disminuyendo la capacidad de detectar los sabores, especialmente los salados.
Esto último hace que el fumador tienda a aumentar el consumo de sal lo cual es muy perjudicial, esto porque lo hace propenso a sufrir hipertensión arterial.
El fumador tiene muchas más posibilidades de padecer cáncer en la boca que otra persona que no lo sea, además si se combina con el alcohol, las mucosas se permeabilizan.
La consecuencia de esta condición es que se elevan considerablemente las probabilidades de desarrollar cáncer en encías, labios, lengua, mejillas, paladar y garganta.
Por otra parte, esta patología casi siempre es mortal puesto que suele diagnosticarse cuando ya está muy avanzada, debido a que el fumar tiende a enmascarar los síntomas
Finalmente, ten en cuenta que, en general, también perjudica la salud oral de quienes te rodean, además del daño que causa a su salud general, ya que los convierten en “fumadores pasivos”.
Algunos consejos para reducir los riesgos que el fumar ocasiona en la salud bucodental
Aunque no es posible eliminar por completo los riesgos que el fumar trae para la salud bucodental si es posible reducirlos y aquí te decimos cómo.
Abandonar el hábito, esta es la mejor solución para tu salud oral y tu cuerpo te lo agradecerá.
Sin embargo, debido a que el tabaco es altamente adictivo se hace difícil el dejar este vicio por lo que seguramente necesitarás ayuda y apoyo, pero el esfuerzo bien vale la pena.
Para ello consulta a tu odontólogo y otros profesionales de la salud con el fin de que te indiquen procedimientos y métodos para, no solo dejar de fumar, sino también para evitar las recaídas.
No consumas alcohol, la combinación de alcohol y tabaco es letal para la salud bucal, ya que favorece y empeora cualquier padecimiento de las encías y aumenta el riesgo de sufrir cáncer oral.
Conserva siempre una buena hidratación tomando mucha agua, de esta manera evitar la resequedad de la boca estimulando la producción de saliva.
Así contrarrestas los efectos del tabaco sobre los dientes y las encías.
Come sano, consumiendo alimentos saludables, como frutas, lácteos, pescado, verduras, entre otros, que te aporten las vitaminas y minerales que necesitas.
Todo lo cual contribuye a minimizar los efectos del hábito de fumar sobre la salud oral, aumentando las defensas inmunológicas del organismo
Programa visitas frecuentes al odontólogo, puesto que un fumador debe someterse a revisiones más frecuentes que otro que no lo sea.
Lo cual se debe a que por tener mayor riesgo de padecer trastornos dentales y por su condición, requiere diagnósticos más tempranos y un continuo seguimiento.
Mantener una correcta higiene oral, la cual debe incluir:
Un buen cepillado con un cepillo de cerdas suaves y firmes con una pasta dental que tenga flúor
Utilización de un enjuague bucal fluorado de calidad
Uso de hilo dental
Esto contribuye a eliminar, por lo menos en parte, las manchas de tabaco en los dientes, reduce el mal aliento por unas horas y te ayuda a prevenir las enfermedades periodontales.
Te reiteramos que dejar de fumar es la mejor medida que puedes tomar en favor de tu salud dental, por lo que los consejos que te hemos dado solo minimizan las consecuencias mientras te decides a dar este paso.
Esperamos que este post, te ayude a tomar conciencia sobre todos los daños que ocasiona el hábito de fumar para tu cavidad bucodental.
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