Cómo manejar la sensibilidad dental en el embarazo
Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta una cascada de cambios hormonales que, aunque son cruciales para el desarrollo del bebé, también pueden tener un impacto significativo en la salud dental. Estos cambios hormonales, especialmente el aumento en los niveles de estrógeno y progesterona, pueden alterar la respuesta del cuerpo a las toxinas bacterianas y afectar el flujo sanguíneo en las encías, haciéndolas más susceptibles a la inflamación y sensibles a estímulos externos.
Esta sensibilidad incrementada en las encías puede exacerbar la respuesta del cuerpo ante la placa, conduciendo a una condición conocida como gingivitis del embarazo, que se manifiesta por encías inflamadas, rojas y, a menudo, sangrantes. Estas encías inflamadas pueden ser particularmente sensibles, lo que contribuye a la sensación general de sensibilidad dental durante el embarazo.
Además, el embarazo puede influir en los hábitos alimenticios y los antojos, llevando a un consumo más frecuente de alimentos y bebidas ácidas o dulces. Estos cambios dietéticos pueden afectar el esmalte dental erosionándolo y exponiendo la dentina, una capa del diente más blanda que el esmalte y más susceptible al dolor ante la exposición a estímulos térmicos, táctiles o químicos.
El reflujo ácido, más común durante el embarazo debido a los cambios en la presión intraabdominal y la relajación del esfínter esofágico inferior, puede también exponer los dientes a ácidos estomacales fuertes. Este ácido puede desgastar el esmalte dental y aumentar la sensibilidad.
Además, la alteración en la rutina de higiene bucal, ya sea por náuseas al cepillarse o por la fatiga, puede llevar a una acumulación de placa y tártaro, que no sólo causa caries sino que también puede contribuir a la sensibilidad dental al provocar la retracción de las encías y la exposición de las raíces de los dientes.
Causas de la sensibilidad dental en el embarazo
Como decíamos anteriormente, durante el embarazo, los niveles elevados de hormonas como el estrógeno y la progesterona pueden aumentar el flujo sanguíneo en las encías, haciéndolas más sensibles y propensas a la inflamación.
Además, los cambios en la dieta, los antojos de alimentos ácidos o dulces, y el reflujo ácido, común en el embarazo, pueden erosionar el esmalte dental y exponer la dentina, lo que resulta en sensibilidad.
Consejos para manejar la sensibilidad dental
1. Mantén una buena higiene bucal
Cepillarse los dientes al menos dos veces al día con una pasta dental para dientes sensibles puede ayudar a reducir la sensibilidad. Utiliza un cepillo de dientes de cerdas suaves y evita el cepillado agresivo, que puede desgastar el esmalte y empeorar la sensibilidad.
2. Limita los alimentos y bebidas ácidos
Los alimentos y bebidas ácidas pueden agravar la sensibilidad dental al erosionar aún más el esmalte. Intenta limitar o evitar el consumo de cítricos, tomates, vinagre y bebidas carbonatadas.
3. Usa una pasta dental para dientes sensibles
Estas pastas dentales contienen compuestos que ayudan a bloquear la transmisión de sensaciones desde la superficie del diente hasta el nervio, reduciendo así la sensibilidad.
4. Enjuague con flúor
Un enjuague bucal con fluoruro puede ayudar a fortalecer el esmalte y reducir la transmisión de sensaciones que causan dolor. Consulta con tu dentista sobre los productos recomendados.
5. Visitas regulares al dentista
Es crucial mantener tus visitas al dentista durante el embarazo. No sólo para tratamientos y limpiezas, sino también para obtener consejos personalizados para manejar la sensibilidad dental.
6. Evita el blanqueamiento dental
Los tratamientos blanqueadores pueden aumentar la sensibilidad dental, por lo que es mejor evitarlos durante el embarazo.
7. Masticar chicle sin azúcar
Masticar chicle sin azúcar puede estimular la producción de saliva, ayudando a neutralizar los ácidos en la boca y proporcionar un alivio temporal de la sensibilidad.
Consulta médica
Si la sensibilidad dental es severa o persistente, es esencial consultar con un dentista. Ellos pueden identificar si la sensibilidad se debe a un problema subyacente que requiere tratamiento, como caries, una obturación desgastada o enfermedad de las encías.
Manejar la sensibilidad dental durante el embarazo es fundamental para tu comodidad y salud general. Con un cuidado bucal adecuado, la modificación de la dieta y la consulta regular con tu dentista, puedes reducir significativamente las molestias asociadas con la sensibilidad dental y disfrutar de un embarazo más feliz y saludable.
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